sábado, 23 de noviembre de 2013

Maestros del Horror 16: "The V World" de Ernest Dickerson


16.1- El Director:

     Nacido el 25 de junio de 1951, es un director afroamericano estadounidense que comenzó su carrera cinematográfica trabajando primero como actor, luego de camarógrafo, hasta llegar a ser director de fotografía de varios filmes del controversial director activista también negro Spike Lee (con quien hizo varios de sus mejores filmes como Do The Rigth Thing- conocida en Latinoamérica como Haz lo Correcto- , Mo Beter BluesCuanto Más Mejor-, Jungle Fever- Fiebre de Jungla-  y Malcom X).   En 1985 trabajó para George Romero en nada menos que El Día de los Muertos, donde ofició en la cámara, siendo éste su primer acercamiento al mundo del terror, aunque recién comenzada la década siguiente empezaría a laborar como director en cintas del género.  Cabe hacer notar que además de sus filmes para el cine, Dickerson también ha llegado a poseer un extenso currículum dirigiendo episodios para varias series de televisión, destacando L Word, Dexter y especialmente la hoy más que popular The Walking Dead.  Su labor como director de fotografía, también lo ha llevado a cooperar en otros programas de televisión como lo son Tales from the Darksaid (Cuentos del Lado Oscuro por acá) y Law & Order (La Ley y el Orden).   Considerando su experiencia trabajando bajo las órdenes de Spike Lee, para quien hizo un destacado trabajo en la fotografía, su cine se caracteriza desde el punto de vista técnico por un laborioso trabajo en el rubro al cual se dedicó en sus inicios, lo que bien se puede ver en la especial iluminación que le otorgó a su aporte para Maestros del Horror.  Otro detalle que marca su cine, es la preponderancia que le otorga a actores de su raza en los protagónicos, reivindicación que era de suponer de un artista como él que trabajó con Spike Lee, contando en muchos casos con la actuación en los principales papeles de no solo actores afroamericanos, si no que muchos de ellos fuesen músicos, como es el caso del desaparecido Tupac Shakur y DMX, además de los que en la siguiente lista serán nombrados.
       Siendo sinceros, su filmografía más que de terror, es de acción, lo que bien se puede observar en la cantidad de este tipo de filmes que ha hecho, a diferencia de sus títulos de terror.
       Dentro de sus películas como director se encuentran, entre otras:

  • Surviving the Game (1994): Con la gran participación del actor de culto Rutger Hauer  (quien a su haber debe ya tener casi 100 películas), Gary Busey y el rapero Ice-T, trata sobre un hombre que tras la muerte de su familia se dedica a la vagancia y además mantiene intenciones suicidas.  Un día un sujeto le salva la vida y le ofrece un trabajo con el cual rehacer su existencia, pero lo que no sabe es que ha sido engañado y que su labor es nada menos que ser la presa de un grupo de millonarios que se dedica a la caza mortal de seres humanos; a partir de entonces el hombre para quien ya no valía la pena vivir, tendrá que luchar para que no le llegue la muerte bajo la mano de sus perseguidores.  Una interesante reflexión acerca de las ambivalencias de la vida misma.
  • Tales from the Crypt: The Demon Knigth (1995): La primera de las dos películas para el cine de la franquicia de la exitosa serie de televisión de HBO Tales from the Crypt, conocida en estos lares como Cuentos de la Cripta, es a su vez el filme más famoso (y quizás importante) de su director.  Manteniendo el habitual humor negro y estética gore propios del programa que tantas temporadas duró, para el cual a su vez sus capítulos se encontraban basados en clásicas historietas de terror, en este caso el guión era una idea completamente original.  Llena de fantasía, cuenta acerca de la única llave mística de las siete en total que les falta por recuperar a los demonios, para poder abrir de ese modo las puertas del Infierno sobre la Tierra.  Un hombre con poderes extraordinarios es el último de su casta de guardianes que protege este objeto de las garras de las criaturas, pero entonces le toca enfrentarse a un poderoso demonio que anda detrás de la preciada llave.  Es así que entremedio una serie de curiosos personajes humanos normales se ve involucrado en esta lucha de poderes.
  • Bulletproof (1996): Conocida en Latinoamérica como A Prueba de Balas, es una entretenida cinta de acción que cuenta en su reparto con tres muy buenos actores, Damon Wayans, Adam Sandler (quien escapa acá a sus habituales papeles cómicos) y nada menos que James Caan.  La trama gira en torno a un traficante de drogas que descubre que su amigo es un policía encubierto, lo que despierta era de suponer el conflicto entre ambos; no obstante estos dos deben dejar sus rencillas para escapar del jefe de los traficantes, quien desea eliminarlos.  Filme violento con muy buenas interpretaciones.
  • Bones (2001): Otro filme de terror, pero en este caso en torno al viejo tema de la venganza, aunque con ribetes sobrenaturales.  Un líder pandillero es muerto por traición en el año de 1979 y más de dos décadas después regresa a la vida con la intención de cobrar la deuda pendiente.  Un grupo de jóvenes que deseaban convertir el lugar de la matanza original en un club de hip-hop, intervienen en contra de sus deseos en la venganza contra los criminales que ahora manejan la zona.  En el protagónico está otro hip-hopero, Snoop Dog y la actriz de culto de clásicas películas blackexplotion (películas dirigidas en general al público negro durante la década de los setenta, cuando aún existían fuertes problema racistas en USA con esta minoría étnica, pero que al final eran tan entretenidas, que agradaban a gran parte del mundo ), Pam Grier. 
16.2- La Película.

      Estrenada el 16 de noviembre de 2006, corresponde a un guión original escrito nada menos que por Mick Garris, el creador de este memorable programa.   Esta obra a su vez viene a ser el único mediometraje de la serie que aborda el popular tema de los vampiros (a diferencia de los zombies, quienes poseen a su haber tres guiones dedicados a ellos en la primera temporada), de ahí su particular título: por lo tanto la V corresponde a estas criaturas de la noche.
     El guión aborda la historia de dos adolescentes que pasan una noche juntos sin nada mejor que hacer que dedicarse a jugar al famoso videojuego Doom.  Es entonces que uno de ellos propone al otro una de esas aventurillas algo osadas que tanto le gustan a los jóvenes y en especial a los de este tipo de historias: visitar esa misma noche la funeraria donde trabaja su primo.  Desde la primera imagen en la que sale el edificio, éste se muestra tal cual un lugar donde de antemano se sabe que algo malo pasará; la certeza de la inminencia de la catástrofe, se acentúa una vez dentro, gracias a la ambientación más que lúgubre de las dependencias, donde abundan las tinieblas, tal y como en los ambientes propios del videojuego recién nombrado y en el cual la oscuridad delata la presencia del mal que bien se sabe que en cualquier momento se manifestará de una forma monstruosa.  De este modo en algunos momentos la cámara se mueve igual que este violento entretenimiento, con giros rápidos y “en primera persona”, hasta que se van descubriendo pistas de que algo anormal ha pasado en el sitio y por último se hace presente el responsable de la devastación del lugar.  
     La trama muestra de una forma bastante particular las convenciones del género vampírico (por ejemplo, en este caso las criaturas no poseen colmillos, pero sí muerden y sacan grandes pedazos de carne, como los chupasangres de Innocent Blood de John Landis; además sólo en algunos casos requieren de invitación de su víctima para entrar a su hogar y poder alimentarse de ella, puesto que en un determinado momento del metraje se ve que los vampiros entran sin chistar en una casa, mientras que en un primer caso sí se requiere de la invitación correspondiente).  
    Quizás lo más sorpresivo de esta obra, puede ser la forma de cómo se muestran a los vampiros: en una primera instancia su líder corresponde al prototipo habitual de estos, un monstruo que se refocila en su propia malignidad y poseedor de una gran elocuencia; su nombre es Mr. Chaney, apellido que corresponde a un homenaje a los dos célebres actores y maestros del maquillaje de tantas cintas de terror clásicas como lo fueron ambos Lon Chaney padre e hijo.  En el mediometraje el personaje se encuentra interpretado por nada menos que Michael Ironside, actor de cintas de este tipo y de ciencia ficción con una destacada trayectoria (entre ellas Scanners, El Vengador del Futuro/Total Recall, Invasión/Starships Troopers y muchas, muchas más).   En ningún momento se sabe cómo este hombre llegó a transformarse en vampiro, no obstante sí queda de manifiesto que antes de ello era un sujeto cruel y de apetitos insanos.  Cuando Mr. Chaney trata de manipular a los jóvenes protagonistas, se muestra como un corruptor y a su vez como una figura paterna distorsionada, que desea obtener sus propios discípulos, carácter que se nivela a la figura del padre ausente y repudiado del protagonista; luego se podría decir que lo que quiere Mr. Chaney es conseguir su propia pandilla o familia, idea que se vuelve a transformar en una copia negativa de lo que en vida posee el personaje principal (y por ello este núcleo familiar, hasta cierto punto disfuncional, es atacado por los vampiros, de modo que con esta acción se obligue al personaje a optar por la oportunidad que se le está ofreciendo).
    Luego está cómo se presentan los otros vampiros, los que nunca terminan por perder por completo su humanidad; esta ambivalencia los hará actuar de la forma más sorpresiva posible para el espectador.  Así es como uno de ellos es capaz de cometer actos atroces sin dudarlo, pero aún así se observa en él la permanencia de su conciencia moral; en cambio el otro se resiste por completo a entregarse a su nueva naturaleza y al final opta por un destino que lo aleja por completo de la posibilidad de abrazar el mal.

    Por último, este episodio posee sus cuantos momentos de gran dramatismo, llegando en algunos instantes a provocar incomodidad por los giros chocantes e inesperados de su trama.

El director: Ernest Dickerson.

domingo, 17 de noviembre de 2013

Uno nunca termina de maravillarse


     El connotado escritor colombiano Gabriel García Márquez (Premio Nobel de Literatura en 1982), bien puede jactarse de varios logros como artista: entre ellos, aparte de ser poseedor del importante galardón mencionado, del hecho de haber escrito la obra más importante de la literatura latinoamericana, la inolvidable novela Cien Años de Soledad y de la que se dice con admiración que en sus páginas representa míticamente la historia de nuestro continente.  A su vez se le suma a sus éxitos, haber escrito más de un libro de suma relevancia dentro de la narrativa de este sector (El Coronel no tiene quien le escriba, Doce cuentos peregrinos, El Otoño del Patriarca, Crónica de una muerte anunciada y El Amor en los tiempo del cólera, por mencionar sólo algunos títulos); por otro lado, cabe destacar que para ser un autor tan culto, considerado además entre los maestros de la lengua castellana a la hora de “sacarle brillo” en nuestros tiempos a la misma lengua de Cervantes y ser modelo para otros en el uso de ésta, su obra posee la capacidad de ser de ligera “digestión” para el lector, quien cuando tiene entre sus manos alguno de estos escritos, logra avanzar con rapidez y entretención en los vericuetos de sus argumentos.   Tampoco se puede olvidar la tremenda impronta que ha dejado su labor literaria dentro de la narrativa latinoamericana, no sólo por haber sido el autor del ya citado Cien Años de Soledad, si no porque gracias a este título y muchos otros (entre sus cuentos, como novelas anteriores y posteriores a su libro más famoso), instituyó en sus letras el llamado Realismo Mágico como subgénero literario fundamental a la hora de representar la idiosincrasia y cultura de nuestro sector del continente: esto es la utilización de los elementos folclóricos  tradicionales y la mezcla de las creencias indígenas autóctonas con la cultura católica europea, de modo de representar en sus escritos la importancia que le otorga el latinoamericano a lo sobrenatural dentro de su existencia cotidiana (aceptándolo además como algo normal)[1] .
      Pocos años después de publicar la esperada primera parte de sus memorias con Vivir para Contarla en 2002 (siendo que a la fecha todavía no ha aparecido su continuación, puesto que Gabo, como cariñosamente se hace llamar García Márquez, había prometido una trilogía acerca de sus vivencias; pero así como vamos, quizás nunca en vida de su autor llegue a hacerlo, puesto que en la actualidad este fabulador tiene  la avanzada edad de 86 años), García Márquez en 2004 editó su hasta el momento última novela, Memoria de mis Putas Tristes.  Considerando que ya llevaba un buen tiempo sin sacar a la luz una obra de ficción, ya que la anterior fue Me Alquilo para Soñar en 1995, esta noticia fue todo un impacto editorial.  No obstante debido a las dimensiones del tomo (poco más de 100 páginas y de buen tamaño la letra del texto), bien pudo dejar a más de uno de sus seguidores con gusto a poco; sin embargo como el resto de su obra, se puede afirmar sin vacilaciones que aún cuando el libro fuese bastante breve, la calidad de éste no daba para ponerlo en duda, puesto que en sus pocas páginas el autor logró contarnos una historia memorable como el resto de sus ficciones, entretenida y con un protagonista carismático, poseedora además de su habitual buen humor; también es cierto que García Márquez con el mismo lirismo de siempre, nos volvió a mostrar ese mundo tan entrañable que resulta ser su propio pueblo colombiano (con gente sencilla, pero de buen corazón).
    Narrada en primera persona, a través de las palabras de su protagonista, un anciano que está en las vísperas de cumplir los noventa años, con todas sus facultades funcionando perfectamente, es una particular historia de amor y a su vez una reflexión acerca del sentido mismo de la vida.   De este hombre nunca llegamos a saber su nombre (sin embargo bien podemos conocerlo como el “Sabio”, apodo que con respeto le otorgan sus conocidos); empero esta decisión del narrador bien puede ser una manera de convertirlo en una proyección del autor mismo, quien ya a su longeva edad sigue demostrando tal como este personaje, que mantiene las mismas ganas de vivir con intensidad.  El anciano toda su existencia la ha pasado sin aferrarse a alguien amorosamente, siendo sus intereses literarios, periodísticos y musicales, su única compañía en sus muchos momentos de soledad a lo largo de su propia historia personal.  A su vez desde una muy temprana iniciación sexual, éste ha conocido varias mujeres con las cuales se ha acostado, pero siempre ha sido a través del comercio sexual: es decir, les ha pagado sus servicios como prostitutas, aún cuando algunas no lo eran.  Por otro lado, pese a sus múltiples encuentros con este tipo mujeres, hubo una que otra dama con la cual logró desarrollar algún tipo de complicidad, entre ellas una antigua empleada y la regenta de su prostíbulo favorito. También resulta curioso nombrar que el protagonista no es para nada atractivo, de hecho tal y como es descrito es bastante feo, sin embargo ello no le ha quitado cierto encanto entre las mujeres.
Gabriel García Márquez.
     Cuando está por cumplir los noventa años, le entra algo así como una pequeña crisis ante la eminencia del aniversario, probablemente debido a la certeza de que la muerte le puede llegar en cualquier momento (pese a que su salud está más que bien).  Entonces decide regalarse con la experiencia de acostarse con una virgen, lo que hasta la fecha nunca ha hecho a lo largo de toda su extensa vida.   Es así como desde sus primeras líneas, el narrador protagonista declara sus intenciones, regalándonos con una premisa de lo más prometedora:

    “El año de mis noventa años quise regalarme una noche de amor loco con una adolescente virgen. Me acordé de Rosa Cabarcas, la dueña de una casa clandestina que solía avisar a sus buenos clientes cuando tenía una novedad disponible. Nunca sucumbí a ésa ni a ninguna de sus muchas tentaciones obscenas, pero ella no creía en la pureza de mis principios. También la moral es un asunto de tiempo, decía, con una sonrisa maligna, ya lo verás. Era algo menor que yo, y no sabía de ella desde hacía tantos años que bien podía haber muerto. Pero al primer timbrazo reconocí la voz en el teléfono, y le disparé sin preámbulos:
    -Hoy sí.
    Ella suspiró: Ay, mi sabio triste, te desapareces veinte años y sólo vuelves para pedir imposibles. Recobró enseguida el dominio de su arte y me ofreció una media docena de opciones deleitables, pero eso sí, todas usadas. Le insistí que no, que debía ser doncella y para esa misma noche. Ella preguntó alarmada: ¿Qué es lo que quieres probarte? Nada, le contesté, lastimado donde más me dolía, sé muy bien lo que puedo y lo que no puedo. Ella dijo impasible que los sabios lo saben todo, pero no todo: Los únicos Virgos que van quedando en el mundo son ustedes los de agosto. ¿Por qué no me lo encargaste con más tiempo? La inspiración no avisa, le dije. Pero tal vez espera, dijo ella, siempre más resabida que cualquier hombre, y me pidió aunque fueran dos días para escudriñar a fondo el mercado. Yo le repliqué en serio que en un negocio como aquél, a mi edad, cada hora es un año. Entonces no se puede, dijo ella sin la mínima duda, pero no importa, así es más emocionante, qué carajo, te llamo en una hora.
     No tengo que decirlo, porque se me distingue a leguas: soy feo, tímido y anacrónico. Pero a fuerza de no querer serlo he venido a simular todo lo contrario. Hasta el sol de hoy, en que resuelvo contarme como soy por mi propia y libre voluntad, aunque sólo sea para alivio de mi conciencia. He empezado con la llamada insólita a Rosa Cabarcas, porque visto desde hoy, aquél fue el principio de una nueva vida a una edad en que la mayoría de los mortales están muertos”.

     Debido a su nuevo deseo, el anciano se ve envuelto en contra de lo esperado, inmerso en una nueva adolescencia. A partir de este momento descubre que todavía la vida lo puede llegar a sorprender y termina enamorándose como nunca, ante la aún así pasiva presencia de una analfabeta, pero bella muchachita.  De este modo el veterano hará todo lo posible por obtener el corazón de la jovencita, tarea que le resulta más complicada de lo que le gustaría.
    Ahora bien, ya en su novela Del Amor y otros Demonios (1994), el escritor había abordado una relación amorosa entre un hombre mayor y una doncella (siendo que en otros de sus trabajos ya se había abordado de una manera u otra el tema de la pederastia, como en El Otoño del Patriarca), si bien en este primer caso el tema varía en varios aspectos: comenzando porque aquí sí se da una verdadera consumación del acto entre los personajes, mientras que en el caso de Memoria de mis Putas Tristes, el protagonista no la consigue tan fácil.  En cuanto al nombre algo “rimbombante” del libro, por llamarle de una forma, de seguro un autor de menor renombre a diferencia de García Márquez, habría creado cierta polémica ante el hecho de llevar la palabra “Puta” dentro del título de su obra; no obstante a alguien como a su creador bien se le pueden aceptar este tipo de ocurrencias (por otro lado, en la novela queda más que clara la justificación de tal título).
    Como en otras ocasiones a lo largo de su producción literaria, Gabriel García Márquez vuelve a abordar el tema de las prostitutas y su especial oficio. En todo caso su mirada hacia estas mujeres les otorga como siempre una dimensión en la que resalta su simpatía por ellas y un afán por describirlas como féminas cuasi maternales y para nada frívolas; de hecho, bien se muestra en el libro cómo la única relación medianamente estrecha que llega a conseguir el protagonista, es con una prostituta y con quien llega a mantener durante décadas lo más cercano a una verdadera amistad.  A su vez esta figura de la meretriz vista de forma humanizada, resulta ser una constante entre muchos narradores que acostumbran representarla como a una persona cuya particulares vivencias la han hecho ser sabia a su modo y a otorgarle un aire de ternura que sobrepasa su lado más sensual.
    Uno de los puntos más sobresalientes de esta obra, es la idea de que nuestra vida no responde 100% a lo que nos hemos propuesto hacer de ella, por mucho que manejemos nuestros asuntos de la forma más racional posible.  Esta moraleja bien se presenta en lo que le sucede al protagonista, quien en el otoño de su vida descubre que no puede mandar como quisiera sobre su corazón y que la vida le puede deparar las mayores sorpresas.  A la larga, lo que bien se puede apreciar en esta novelita, es la búsqueda de la felicidad justo cuando el personaje principal creía que lo había vivido todo y que ahora solo le restaba seguir su camino como siempre; no obstante cuando acaba de cumplir los noventa años, le llega la certeza de que todavía le queda luchar por conseguir nuevas cosas con todas sus ganas.  De este modo Memoria de mis Putas Tristes es tanto una invitación a pasar un buen rato leyendo una vez más a un escritor que da gusto disfrutar, como a reconocer que nunca debemos perder la capacidad de asombro y que tampoco dejemos de ver el mundo con ojos de enamorados.   
     En el año de 2012 se estrenó en los cines una adaptación fílmica de coproducción mexicana-estadounidense-española-danesa y que mantuvo cierta polémica desde antes de su exhibición, debido a la temática supuestamente pedófila de la cinta (considerando obviamente la fuente que la inspiraba); no obstante esto no era así, puesto que igual el filme realizó alteraciones de rigor propios de una versión cinematográfica a la hora de llevar a la pantalla una obra literaria de cierta complejidad (entre ello, se cambió la edad de la joven de la que se enamora el protagonista, por la de alguien mucho mayor); a su vez cabe recordar que la intención de la fuente original de la que se nutre este largometraje, no es la de centrarse en la obsesión morbosa de un sujeto más que octogenario, quien desea consumar un acto sexual con alguien que bien podría ser su bisnieta, si no en plasmar lo que le sucede espiritualmente a este hombre cuando llega a conocer a dicha doncella.




[1] Cabe considerar en todo caso que el Realismo Mágico eso sí apareció primero como manifestación artística en la pintura del Viejo Mundo (en especial Francia) y que luego derivó en las obras de autores latinoamericanos como en  El Reino de Este Mundo de Alejo Carpentier y Pedro Páramo de Juan Rulfo, que en todo caso fueron escritas y publicadas antes de Cien Años de Soledad.  No obstante fue el libro fundacional de García Márquez el que logró convertirse en el referente preferido a la hora de comparar gran parte de las obras que le sucedieron en esta zona del mundo, así como en definir el ideario latinoamericano a través del arte de la narrativa.


domingo, 10 de noviembre de 2013

El cine de ciencia ficción social de Neill Blomkamp

     
Neill Blomkamp.
     La ciencia ficción como género en sí mismo se generó a partir de unos cuantos textos satíricos, que tal como dice su nombre, consistían en obras que gracias a argumentos que carecían de toda racionalidad, aprovechaban las circunstancias de sus ficciones para burlarse de unas cuantas figuras públicas, así como también de hacer una crítica ácida a los sistemas políticos imperantes durante la gestación de tales narraciones.  Así es cómo nos podemos encontrar con trabajos como los de Los Viajes de Gulliver de Jonathan Swiff (quizás el más popular de este tipo de fabulaciones), la Verdadera Historia de Luciano de Samosata, Los estados e imperios de la Luna y Los estados e imperios del Sol de Cyrano de Bergerac, Micromega de Voltaire y  Sicigias y cuadraturas, cuyo autor se supone resultaría ser fray Manuel Antonio de Rivas, donde los protagonistas realizan viajes extraordinarios (tema y concepto que luego será tan primordial en el legado de uno de los dos verdaderos “padres” del género: Julio Verne) y se encuentran con sociedades fabulosas que resultan ser nada menos que extrapolaciones de la real; gracias a este recurso estilístico, sus autores se permiten criticar su propia sociedad al usar la técnica del espejo, que refleja distorsionado la imagen de su propia realidad y permite se evidencie el defecto que se desea mostrar.
    Posteriormente cuando la ideas más positivas respecto a la posibilidad de un mayor progreso social se pusieron en boga, nacieron los idealismos literarios liderados por la Utopía de Tomás Moro (documento gracias al cual se acuñó el concepto recientemente señalado), La Ciudad del Sol de Tommaso Campanella y La Nueva Atlántida de Francis Bacon; todas ellas obras inspiradas por la mentalidad religiosa cristiana de sus autores, quienes tenían fe en la idea de que el Paraíso bien podía existir en la Tierra, gracias a un sistema de gobierno justo y benigno (un antecedente religioso del Marxismo hasta cierto punto).  En estos libros, sus gestores se referían a sociedades perfectas y en las cuales de vez en cuando se mencionaba una que otra tecnología y/o aparato que en el mundo real no existía, cuya función no era otra que facilitar la vida de sus habitantes.
   Sería ya con la llegada del siglo XIX, primero en pleno Romanticismo, y luego hacia finales de la centuria cuando estaba en su cenit el llamado Realismo, que gracias a figuras como las de Mary Shelley con su siempre vigente Frankenstein y los relatos de H. G. Wells y Julio Verne, que el género de ciencia ficción tomaría su forma más madura (nombre que se usaría en todo caso recién cuando el escritor y editor Hugo Gernsback a principios del siglo XX, vendría a crear tal vocablo).   Es así cómo gracias a la labor de los autores mencionados, la ciencia ficción se permitió ser una literatura que no solo lograra entretener a sus lectores, si no que además pudiese por medio de su capacidad extrapolativa proyectar en otros escenarios, bastante imaginativos por cierto, las grandes preocupaciones del ser humano; luego gracias a ello, “disfrazar” todos estos temas y conseguir hacer una mirada critica y fuertemente ideológica, como comprometida, acerca de cuán mal podemos estar frente a nuestra idea de cómo debería funcionar nuestro mundo.  Ahora bien, no toda la ciencia ficción resulta ser de este tipo, pues tal como se dijo arriba, este género también sirve para entretener; lo que si es inherente a la mayor parte de sus ejemplos, son sus elementos épicos y la presencia de personajes con alto valor moral (a manera de elevación de las virtudes humanas).
     Es entonces cuando luego de la algo extensa introducción de los primeros párrafos de este trabajo, que por fin me permito llegar al meollo del asunto que hoy me mueve a escribirles:
   Durante el transcurso del 2009 llegó a los cines de buena parte del mundo la película District 9 (Conocida en la Latinoamérica hispanoparlante como Distrito 9), ópera prima del director sudafricano Neill Blomkamp.  Éste tras haber filmado un cortometraje de ciencia ficción tres años antes, acaparó la atención de nada menos que Peter Jackson, ya hace rato consagrado en el séptimo arte (y millonario) gracias a sus filmes y en especial a su trilogía de El Señor de los Anillos; fue así cómo gracias a su apoyo en la producción, Blomkamp pudo rehacer su historia para convertirla en una hoy en día cinta de culto para el cine, consiguiendo además su propia cuota de fama y admiración.
    Filmada y ambientada en su propia tierra, en la capital de Sudáfrica, Johannesburgo, en esta película los habitantes conviven a su pesar con una raza alienígena insectoide, la cual se haya de refugiada en la urbe; todo esto debido a que a principios de los ochenta, su gigantesca nave quedó varada en medio de sus cielos.   Los seres aparentemente son estúpidos, si bien se nota que poseen cierto grado de inteligencia.  Ante la presencia de estas criaturas, se ha decidido mantenerlas en un gueto a las afueras de la ciudad y donde sobreviven de la forma más insalubre; por otro lado no se les permite acceder a las otras zonas de la metrópolis, tratándoseles como indeseados.  Sin embargo tanto el gobierno del país, como grupos de mafiosos desean hacerse con la increíble tecnología, en especial las armas, provenientes de la nave nodriza que trajo a los alienígenas; no obstante sus sueños siempre son rotos, ya que han descubierto que la única manera de hacerlas funcionar es usando ADN extraterrestre.  Pese a todo, continuando con su afán de conseguir manipular estos artefactos, un día deciden trasladar a otro territorio a los expatriados, un sitio mucho más paupérrimo y lejano de la nave que los trajo al planeta, así que mandan a un tímido hombre,  Wikus Van de Merwe, el protagonista, a avisarles de su desalojo; es entonces que comienza a desarrollarse el conflicto dramático de la obra, al entrar en contacto éste por accidente con una sustancia que cambiará su vida y revolucionará por completo la de quienes lo rodean, incluyendo su familia, sus jefes, los militares, científicos, y más que nadie, a los extraterrestres.  Dentro de la trama, cobrarán, por ende, gran importancia un alienígena y su hijo, quienes se convertirán en los insospechados aliados del simpático personaje principal.
     Ahora bien, este filme poseedor de varios momentos intensos, con mucha acción, aventura, suspenso, truculencia e incluso un grato humor negro, se mezcla a una lectura de corte más político e ideológico y a la cual el autor del filme nos quiere entregar.  Cabe recordar que por décadas, Sudáfrica vivió bajo una espantosa dictadura a manos de la minoría blanca (descendientes de los colonizadores europeos que llegaron a ese inmenso país del continente negro), que recibió el nombre de Apartheid (1961-1994) y en la cual se impartía un régimen segregacionista donde la mayoría negra (casi el 80% de la población de la nación) vivían separados, sin derecho a voto y a muchos otros privilegios.  Es cuando que a través de su largometraje, el director (de raza blanca) demuestra la frialdad y crueldad del pasado racista de su país, mostrando a los extraterrestres como representaciones de los oprimidos durante los años del  Apartheid.  Como en todo sistema xenófobo, en la cinta se les trata a estos como a seres inferiores y se les somete a varios abusos, si bien se presenta en la trama de forma irónica el interés de los opresores de hacerse con el uso de su avanzada tecnología.  Así es como la grotesca apariencia de estos "huéspedes indeseables", resalta la imagen que quiere dar el director, de una raza que en apariencia se ve tan distinta a la de los humanos, pero que en su naturaleza interior posee el mismo derecho a vivir con dignidad, por cuanto comparten con los humanos capacidad de soñar, crear y amar; es entonces que por medio de esta exageración de la apariencia del "otro", Blomkamp demuestra lo que a los ojos de los racistas resultan ser todos aquellos que no pertenecen a su supuesta raza superior: o sea, el otro es un monstruo al cual hay que aniquilar y/o subyugar.
   
Fotograma que muestra a los inolvidables "Bichos" de Distrito 9.
En la cinta destacan Wikus y la pareja alienígena que lo ayudarán a salir de su apuro.  En primer lugar el protagonista resalta como un individuo sencillo, un hombre común y de trato amable, quien como un peón más de los poderes fácticos, se ve inmiscuido en un plan que sobrepasa su sistema de vida convencional; es así cómo éste se convierte en un antihéroe, que sólo desea sobrevivir a las vicisitudes que se le han presentado.  En cuanto al padre y al hijo de procedencia extraterrestre, estos demuestran una actitud mucho más noble y valerosa, que la expuesta en la película por muchos de los humanos en ella; a su vez se evidencian sus propias inteligencias superiores a la de los mismos humanos.   El autosacrificio en pro de un bien superior, se expone en el desarrollo de esta historia, demostrando que sólo la existencia de un código ético, manteniendo valores como la fraternidad y la solidaridad, puede conseguir que exista la plenitud en una sociedad.
      Si bien hoy en día los efectos especiales ya han superado todo límite a la imaginación, estos en la cinta no dejan de asombrar, más aún al servir de vehiculo para otorgarle mayor credibilidad a la trama y no opacando la narración en beneficio de una vacua espectacularidad.  De este modo, un espectador que gusta de apreciar cintas de este tipo, no puede dejar de maravillarse ante el increíble diseño de los mismos alienígenas, así como de su tecnología y nave, como también del uso del resto de los efectos especiales tan bien aprovechados.  A su vez la música de corte étnico-africano, a cargo de Clinton Shorter, le otorgan un clima de mayor sublimidad y emotividad a esta cinta altamente recomendable.
     En contra de los deseos de quienes disfrutaron de la película abordada arriba, tuvieron que pasar unos cuantos años para que Neill Blomkamp estrenara un nuevo filme.  Esta vez de nuevo optó por la ciencia ficción, aunque a diferencia del primer caso, pudo contar con la colaboración de dos importantes actores estadounidenses, quienes poseen una larga e importante trayectoria tanto en cine comercial, como independiente: la galardonada Jodie Foster y Matt Damon, acompañados a su vez por otros grandes artistas, entre ellos Sharlto Copley, el mismo intérprete de Wikus en Distrito 9 (quien en este caso tuvo a su cargo un papel por completo diferente al anteriormente mencionado, al hacer de “malo”, como un siniestro mercenario). 
     Estrenada tan sólo este año, el filme de significativo título Elysium rememora a los Campos Eliseos de la mitología griega y que correspondían a una paradisiaco lugar donde llegaban los héroes muertos tras pasar por las puertas de Inframundo; asimismo a ésta zona sólo podían acceder aquellos que debido a sus virtudes, cumplían con el requisito de modo de contar con este privilegio.  Por otro lado, resulta evidente la connotación cuasi divina o de semidioses de estos personajes.  Por lo tanto en esta segunda obra de larga duración del director sudafricano, el lugar llamado Elysium corresponde a un mundo artificial en la órbita del planeta y donde vive cómodamente la gente de posición económica holgada, ya que la Tierra se haya sobrepoblada y sujeta a todo tipo de miserias, entre las que se encuentra una contaminación que ha devastado los recursos naturales. Ambos hábitats contrastan en su configuración de forma apabullante, puesto que la gente de Elysium cuenta con toda una gama de franquicias, siendo la más extraordinaria de ellas una sofisticada tecnología médica que cura cualquier enfermedad y/o mal que pueda atentar a la salud de sus habitantes, de modo que el uso de este medio los convierte en la práctica en inmortales.  En cambio los terrícolas no cuentan con tal beneficio y además deben subsistir en las condiciones más insalubres.  Luego existe un férreo control de parte de los “elysianos” para evitar que los de abajo puedan llegar hasta sus dominios y con ello aprovechar sus beneficios.
     El protagonista de esta cinta es un obrero que desde pequeño ha deseado vivir en el mundo de arriba.  Es cuando se le presenta la oportunidad de llegar al lugar, si bien al final los motivos que lo llevan a enfrentarse al sistema imperante y a luchar por sus sueños, terminan por ser superiores a sus propios deseos individuales.  El muchacho idealista en medio de un mundo en el cual los pobres no tienen acceso a la movilidad social, deberá enfrentarse a unos cuantos enemigos que le harán difícil cumplir su objetivo, como es de suponer en las narraciones que tratan el tema del viaje mítico; no obstante tal cual en este tipo de historias de connotaciones heroicas, una vez más la fuerza de voluntad hará evidente que el espíritu humano es capaz de sobreponerse a la contingencia.
    
Dentro de esta última cinta, destaca el papel hecho por Jodie Foster, quizás su primera labor haciendo de villana, si bien tal como corresponde a una actriz de su calibre, su papel como malvada posee unas cuantas aristas que la hacen ser alguien complejo y no una mera caricatura; de este modo su personaje representa a aquellos sujetos que cegados por lo que creen es mejor y más justo para su gente e ideales, olvidan que el fin no justifican los medios y con ellos pierden parte fundamental de su humanidad.  Cabe recordar que su papel en Elysium corresponde a algo así como la jefa de seguridad del lugar, razón por la cual hará todo lo posible por mantener el status quo de su mundo.  No obstante su personalidad nefasta, es completamente distinta a la de los otros dos adversarios que aparecen en el filme: puesto que tal como ya se dijo, ésta posee cierta complejidad en su psicología que la hacer ser alguien maquiavélico y aún así poseedora de una faceta más carismática; mientras que los otros dos se ven como un sujeto cruel y psicopático, el uno, en tanto que el otro es trabajado como alguien obnubilado por el poder y los deseos egoístas, quien ve a los demás de forma utilitarista.
    En cuanto al personaje de Matt Damon, el autor de esta obra de arte lo perfila como a un hombre que a diferencia de su antagonista principal, posee férreos valores morales, entre los que sobresalen su aprecio por la amistad, su capacidad de amar y, no en menor medida, su fe religiosa.  Aparentemente de fe católica (siendo que además vive en un territorio donde la población se muestra en su mayoría de procedencia latina, he ahí la respuesta de ideología religiosa del protagonista), la cinta parte mostrándolo de pequeño junto a una monja que le habla en español, figura materna que le entrega a éste la educación valórica que contrastará con la académica del personaje de la Foster.  De este modo el elemento religioso e hispano cobra gran importancia dentro de la cinta.
    Si en su anterior obra Blomkamp abordó el tema de la vida extraterrestre, ligado a la idea del primer contacto y la convivencia forzada entres dos especies tan diferentes, incluyendo la subyugación de una por la otra, en esta ocasión del director/guionista hace uso de la llamada corriente del ciberpunk; esta es una variante del género bastante cara a los autores anglosajones de la décadas de los setenta y los ochenta y que luego los japoneses a través de sus cómics y animaciones retomarían con tanto éxito e innovación.  Es así como en este ciberpunk, del cual sus máximos exponentes literarios son William Gibson y Bruce Sterling, mientras que en el cine se puede nombrar la saga de Matrix y en el mangánime (cómics y seriales de animación nipones) Gunnm (conocida en Latinoamérica como Alita)[1], se observa una separación tajante entre un grupo social dominante y favorecido, a su vez claramente minoritario, a la par de otro viviendo en la práctica en la miseria y aún así con acceso a tecnología de punta.  Todo esto se observa en el largometraje tal como se mencionó, de modo que lo que hizo su autor fue apropiarse de los argumentos de este subgénero de la ciencia ficción, para entregarnos una vez más su propio discurso lleno de crítica social respecto a las injusticias cometidas por las clases dominantes; donde además los pobres son oprimidos y dejados de lado solo para enriquecer más a los otros y olvidándose de satisfacer las necesidades y derechos constitucionales del resto de la gente.
    Para finalizar, se puede apreciar en el cine de Neill Blomkamp una honda preocupación sobre la cuestión social, abogando además en su trabajo, por la existencia de un equilibrio de la distribución de los bienes materiales y de la preponderancia por un sistema de gobierno justo, en el cual los líderes sean sujetos preocupados del bien común, pero siempre en beneficio de los demás y no como un sistema sectarista y elitista.  A su vez todo esto muestra en su obra una ideología humanista y en la cual el director bien expone su fe en los principios de la fraternidad entre los pueblos, como también a nivel más individual.   Por ende, cabe mirar su labor, como algo que no sólo pretende agradar a los sentidos, si no que llevarnos a una reflexión acerca de lo que sucede a nuestro alrededor.  Es de esperar que sus obras que vengan a futuro refuercen esta imagen positiva que nos hemos podido hacer de su cine y persona.



[1] Bien podría resultar interesante contar que en el caso del manga y animé de Alita aquí mencionado, también se muestra una ciudad flotante para los poderosos, que pende sobre las cabezas de los menos afortunados (y este cómic data de 1991).  A su vez en la novela del autor español Domingo Santos, El Año del Dragón, también se presenta esta dicotomía (y la novela data de 2008).  Ello demuestra que pese a sus propias virtudes, las ideas de Neill Blomkamp no son por completo originales.

Alita, clásico del mangánime que se constituye
en todo un pseudoantecedente de Elysium.

domingo, 3 de noviembre de 2013

Sólo para adultos: un cuento de hadas muy particular.


     En el año de 2010, el escritor de fantasía Patrick Rothfuss, tras su exitoso debut con El Nombre del Viento, su primera entrega de la hoy célebre saga aún no terminada de Crónica del Asesino de Reyes, probó suerte con un pequeño relato.  El escrito corresponde a Las Aventuras de la Princesa y el Señor Fu: La Cosa de Debajo de la Cama.   La narración se presenta en una primera instancia como un cuento de hadas, supuestamente infantil, no obstante su autor se permitió con ella parodiar los textos tradicionales del género, al crear en realidad una historia llena de humor negro y en la cual se presenta además un elemento terrorífico que la hace una lectura no apta para menores de edad.  Este carácter adulto y satírico de los cuentos de hadas, es resaltado gracias a los preciosos y efectivos dibujos de Nate Taylor, los cuales en un blanco y negro con sobresalientes matices de gris, logra darle una forma bastante sustancial a la ficción (así los personajes al tener rostro, aumentan la carga dramática del escrito y en ciertas imágenes dejan más que claro la intención de ambos artistas de realizar algo solo para la contemplación del lector maduro: puesto que en más de una ocasión la sugerencia de lo siniestro, lo morboso y lo claramente escatológico se manifiesta en sus soberbias ilustraciones).
     Para quienes hayan disfrutado alguna vez de los cuentos de hadas clásicos, aún cuando no hayan leído sus versiones originales y/o adaptaciones, tan solo al haber visto cualquiera de las películas o seriales basados en ellos, bien pueden identificar su aspecto más tenebroso, aún cuando en un principio se vea como una obra apta para todo público (y en especial infantil).   Por otro lado, cabe recordar que estudiosos como Freud han podido hacer lecturas analíticas de estos textos, que demuestran sus connotaciones sexuales y bizarras en más de una ocasión.  Así es cómo desde las archiconocidas narraciones de Perrault, Hans Christian Anderson y los hermanos Grimm, entre otros, se pueden ver que los protagonistas corresponden muchas veces a niños indefensos (muchas veces sometidos a la orfandad y a la pobreza), enfrentados a fuerzas oscuras y peligrosas que desean hacerse con ellos para en muchos casos comérselos.  De este modo en este tipo de relatos abundan las brujas, ogros, dragones malignos, gnomos, fantasmas, demonios (y lobos feroces, que no se me puede olvidar) y cualquier otra criatura de la noche.  A su vez dichas obras terminan con el triunfo de bien, de modo que por lo general el enemigo es muerto de forma atroz.
El escritor.
    Es entonces que Rothfuss juega con todas estas convenciones y nos muestra otra princesita más, pero a la cual al ir conociéndola, vemos que en realidad no es tan cándida como se esperaría.  La niña vive para variar nada menos que en un castillo de mazapán y la acompaña sólo su osito de peluche, el Señor Fu, quien contra las convenciones no habla, pues no está personificado y es nada menos que un juguete normal.  No obstante como muchos niños de los cuentos de hadas, la chica es alguien lleno de ingenio e imaginación, así que se entretiene pasando sus días inventando juegos en los cuales recrea las típicas justas heroicas de este tipo de personajes.  Pero no todo es fácil para la muchachita, puesto que debajo de su cama vive un monstruo al que le gusta la oscuridad y sale para atormentarla cuando la protagonista no puede evitar ahuyentarla en algunas cuantas noches.
     Cabe destacar que la infantil protagonista es solamente conocida como “princesa”, por cuanto al no poseer nombre propio, el escritor le quita el atributo habitual de sus contrapartidas clásicas, al no darle un nombre que la defina (distinga y humanice); no obstante como bien quedará detallado en el tercer acto del libro, la jovencita posee de sobra su propia singularidad.
    Ahora bien, la gran contribución de Patrick Rothfuss al cuento de hadas infantil (y que ahora convierte en una obra con una complejidad propia, que le otorga una nueva sofisticación) consiste en escribir para ella tres finales diferentes, cada uno de ellos más sorpresivo que el otro.   El primero de ellos resulta ser el habitual desenlace propio para que hasta un inocente niño pueda leer y disfrutar; el segundo posee una cuota ya mayor de crueldad, que se intensifica con la imagen final; luego la última conclusión se hace aún mucho más increíble, al dar vuelta los patrones preestablecidos del género, con una irónica moraleja que nos declara que no todo lo que parecer ser en una primera instancia lo es y que el engaño es una constante en este tipo de historias.
    Por cierto, el nombre del cuento que incluye un título más o menos genérico y luego un subtítulo antecedido por un dos puntos, bien podría darnos las esperanzas de que sus autores realizarán una nueva narración con sus protagonistas de por medio.  Ojalá sea así.
   No es la primera vez en que se escriben este tipo de historias inspiradas en los cuentos de hadas populares.   En otras ocasiones autores de fantasía para adultos han reescrito los clásicos infantiles para satisfacción de los más grandes, de modo que vuelvan a gozar ahora con otra mirada, las lecturas de sus años impúberes.  Dentro de estas incursiones literarias, se pueden nombrar El Rey Rata, escrita por el siempre recomendable autor inglés China Miéville (para quien quiera saber más acerca de esta novela, puede  ir directo a su propia crítica en este blog haciendo click aquí), correspondiente a una extrapolación de El Flautista de Hamelin.  También resulta aconsejable leer la precuela a El Mago de Oz de L. Frank Baum, de la mano de Gregory Maguire y que cuenta de una forma bastante erótica y entretenida la historia de una más que humanizada Bruja Mala del Oeste (con una increíble reelaboración del mundo de Oz y sus conocidas características).  No obstante lo hecho por Ruthfuss no fue escribir una obra larga para gente grande, si no que se limitó a escribir un cuento corto para personas de criterio formado (¿o deformado?) y que éste a su vez tuviese el aspecto propio de los textos para niños.
    El año pasado no más, la editorial Plaza y Janés de Random House Mondadori sacó una primera edición en nuestra lengua bastante cuidada.  En formato grande y rectangular, tapa dura y con sobrecubierta, así mismo con un papel de calidad que realza la compra y lectura de este particular cuento de hadas para adultos. 

Un excelente libro más para recomendar.

Mis 10 superhéroes favoritos (y que deseo compartir con ustedes). Primera parte.

El  Superman  más convincente de todos los tiempos: mi sobrinito Amilcar.
     A lo largo de mi vida, me he ido encontrando con un montón de personajes de ficción, cuyas personalidades e historias individuales han logrado cautivarme.  Este acontecimiento se ha dado tanto  con cuentos y novelas, como también a través de seriales, películas y cómics.  En el caso de esta última expresión artística, la ocasión de poder seguir sus aventuras y desventuras a través de innumerables títulos, coleccionándolos además, me ha permitido conocerlos en mayor profundidad que en otros casos; por otro lado, numerosas han sido las horas de entretención y emoción que me han otorgado, compartiendo con ellos cada una de las increíbles (y creíbles) proezas, como también dramas, que a lo largo de los años y décadas tantos artistas han confeccionado para ellos.  Tal cual sucede con muchos libros, películas y otras formas de contar historias, en más de una ocasión estos personajes han logrado inspirarme; en otras ocasiones sus ficciones me han hecho reflexionar numerosas veces respecto a lo que pasa tanto con mi propia existencia.  En suma me mueven a querer ser mejor individuo al sacar lo mejor de mí.
     Debido a lo anterior es que a partir de hoy, deseo hablarles sobre mis favoritos dentro de este tipo de historietas, si bien para gran parte del potencial lector en su mayoría pueden resultar ser bastante populares como tener bien clara su identidad (en especial por las películas y seriales que se han hecho al respecto); no obstante mi intención es no limitarme sólo a describirlos, si no que a hacer un pequeño análisis de su psicología y/o personalidad, a su vez de contar algo de la génesis de cada uno de estos héroes mediáticos.

      En un principio pensé que este texto iba a ser escrito de un tirón y que no abarcaría mucho la verdad en su extensión, no obstante esto no ha sido así por uno u otro motivo. Así que esta será la primera entrega de una serie de artículos hasta que complete la lista que me he impuesto (y que a lo máximo serán cinco).

1- Supergirl:
Portada del debut de la Supergirl de la Edad de Plata.
     A la par de muchas versiones femeninas de varios superhéroes clásicos (Batman/Batwoman, Spiderman/Spiderwoman, Hulk/She-Hulk, Capitán Marvel/Mary Marvel, entre los más populares), Supergirl viene a ser en sus inicios la versión cándida del más grandes superhéroe de los cómics y que se creó con la intención de acaparar un nuevo público: las infantiles y adolescentes lectoras de un ya lejano 1959.  Fue así como esta prima de Superman, cuyo nombre kryptoniano es Kara Zor-El, fue diseñada en una primera instancia como un personaje completamente dulce e ingenuo, respondiendo a los patrones culturales gringos bastante sexistas, al crear a este nuevo personaje que sirviese como pauta de las jóvenes de tal cultura.  Con el tiempo la faceta dulzona de la superheroína, se acentúo al acompañarla de todo un bestiario de supermascotas y al cual el mismo Superman no escapó a su compañía en sus propias revistas (quedando de estos animalezcos compañeros sólo Krypto, el perro de Superman, dentro de la continuidad, una vez que se le otorgó un cariz más adulto y por ello serio, al “regresarlo” a los cómic ya bien entrado el actual siglo).  Tras décadas en las historietas, pero sin adaptarse por completo a los nuevos patrones argumentales que exigían una mayor complejidad en las historias, como a su vez en sus protagonistas, se decidió “acabar” con Superchica y se le dio una de las muertes más famosas, heroicas y recordadas en la historia del cómic de superhéroes, todo gracias a la archiconocida saga Crisis en las Tierras Infinitas de 1985 y que reordenó el universo DC hasta el año antepasado, cuando en agosto de 2011 se volvió a partir desde cero dicho universo ficcional (de hecho, la portada de la revista en la cual se anunciaba el fallecimiento de Kara, con un derrotado Superman lloroso y  llevando en brazos a la muerta Supergirl, se convirtió en una de las imágenes más famosas de este medio, luego copiada y homenajeada una y otras vez en numerosos cómics).         
La Supergirl de Peter David (lejos la mejor,je) 
     Una de las mejores y más originales versiones de esta superheroína, aparecería primero bajo la mano de John Byrne, el mismo artista encargado de revitalizar a Superman tras los eventos de la Crisis y luego alcanzaría su cenit gracias al trabajo en el guión de otro connotado artista del llamado octavo arte: Peter David.  Lo que hizo John Byrne fue reintroducir en 1988 a Supergirl, pero en este caso se trataba de una criatura sintética venida de un llamado “Universo de Bolsillo” y del cual era la única sobreviviente; la criatura creada por un Lex Luthor benigno, podía tomar la forma que deseara y poseía material genético de nada menos que Lana Lang (la primera enamorada de Clark Kent); de este modo esta variante de Supergirl participó de varias aventuras, hasta que en 1996 se le encargó al ya nombrado David liderar una revista propia para el personaje; fue así cómo a través de 80 números escribió una etapa en verdad memorable y en la cual mezcló elementos esotéricos con la mitología clásica de la jovencita (incluyendo nada menos que a su caballo), con la calidad a la cual nos tiene acostumbrados en todos sus trabajos.  No obstante esta Supergirl (mi favorita) terminó su ciclo de una forma apoteósica, al convertirse en un ser mucho más poderoso de lo que ya era. Años después, en la segunda línea argumental de la revista Superman/Batman, otro consagrado guionista, Jeph Loeb, rescató a la prima de Superman en el año 2004, con lo que esta nueva versión de la clásica Kara consiguió de inmediato su propia revista, luego de que la anterior Supergirl terminara su propia etapa.
    Existe otra Supergirl dentro de la continuidad post-crisis, correspondiente a una supuesta hija del futuro de Clark Kent y Loise Lane, llamada Cir-El y la cual compartía unos cuantos poderes con Superman, así como poseía los suyos propios; no obstante su verdadera identidad era  otra y tal como la versión pre-crisis de Kara, falleció de forma heroica.
    En Superman la Serie Animada de Bruce Timm y Paul Dini, durante la tercera temporada se incorporó a Supergirl de una forma bastante creativa, si bien se le otorgó un origen por completo diferente; la popularidad de este personaje animado se extendió a una muy entretenida aparición en Batman la Serie Animada, en un episodio de antología y donde compartió el protagonismo junto a Batichica (puesto que en esta historia Batman se encontraba fuera de Ciudad Gótica); luego volvió a salir en más de una oportunidad en Liga de la Justicia Ilimitada, en la cual se le otorgó su propio final destacable.
   
Edición en DVD de la película de 1984.
Hasta la fecha se han hecho dos películas animadas donde aparece Supergirl: la primera de 2010 y que corresponde nada menos que a la adaptación del arco argumental de Superman/Batman ya mencionado arriba, llamándose esta película hecha para el DVD y el blu-ray Superman/Batman: Apocalipsis.  Por otro lado, durante este año se estrenó Superman Unbound, basada en una novela grafica de Geoff Johns y Gary Frank y donde ambos primos debían enfrentarse a una nueva amenaza de Brainiac.
    Tratando de agarrarse al éxito de las películas de Superman protagonizadas por Cristopher Reeve, en 1984 se hizo una versión cinematográfica del personaje y que contó con excelentes actores (entre ellos Faye Dunaway, Peter O´Toole y Mia Farrow), más una increíble partitura del siempre eficiente Jerry Goldsmith; no obstante la cinta fue un fracaso y no hubo más Supergirl para el cine.
     En la ya clásica serie de televisión Smalville se incorporó a Supergirl dentro de la trama, durante su séptima temporada en el año 2007, teniendo abundantes apariciones.
      En la actualidad, en los llamados Nuevos 52, correspondiente al universo DC de la continuidad inaugurada en agosto del 2011, Supergirl mantiene aún su propia revista y sigue siendo la misma Kara; no obstante a esta variante se la mostró en un principio como a un personaje algo díscolo, a diferencia de sus versiones más amistosas.

La inolvidable muerte de la Supergirl pre-crisis.


2- Wonder Woman:

Primera aparición de Wonder Woman.

      La más grande superheroína de los cómics, fue creada en el año de 1941 (un año después de Batman, y dos después de Superman) por nada menos que un psicólogo, William Moulton Marston,  quien además de escribir historietas, realizó bastantes contribuciones al área de su profesión (entre ellas la creación del detector de mentiras).  La idea de este hombre adelantado a su época, fue la de desarrollar para el mundo de las historietas un personaje femenino positivo, que demostrara las potencialidades de la mujer como antes no se había presentado en los cómics  y de dotarla de claras reminiscencias mitológicas griegas (de este modo Wonder Woman sería para Moulton su manera de demostrar que la mujer bien podía ser alguien independiente, decidida y que no fuese una mera comparsa para los personajes masculinos, así como que dejara de ser la típica dama desprotegida y a la que había que salvar de todo tipo de peligros).  Es así cómo hoy en día, junto con Superman y Batman, la princesa amazona de la isla de Temiscira, Diana, forma parte de la llamada “Trinidad” del universo DC, de modo que ha llegado a ser su tercer personaje más valioso de entre una inmensa gama de nombres.
El magnífico arte de George Pérez para el primer número del relanzamiento
de la Mujer Maravilla en 1987.
    Durante décadas, la Mujer Maravilla (como se le conoce en español) ha sido otro personaje épico que desde sus inicios dejó claro que las mujeres bien pueden ser abordadas desde el punto de vista de la acción y la aventura, sin perder sus atributos femeninos y consiguiendo estar a la par con los otros dos de la citada Trinidad.  Como el resto de los superhéroes clásicos, Wonder Woman ha pasado por numerosas versiones, no obstante lo mejor de ésta pudo comenzar a desarrollarse recién a partir del trabajo hecho por el guionista y dibujante George Pérez (el mismo encargado de la renombrada Crisis en las Tierras Infinitas) una vez que se reinició a la princesa amazona en 1987; de este modo, la colección de la mano de Pérez, es en la actualidad considerada una de las sobresalientes del personaje, gracias a cómo el artista fue otorgándole a sus ficciones un elemento mítico y literario bastante complejo, como nunca antes se había visto en sus páginas hasta la fecha y que sirvió de punto de partida para llevar a la “adultez” a la princesa Diana; por otro lado, dentro de los cómics del género este reinicio es considerado todo un hito (equiparable solo al trabajo hecho por John Byrne para Superman y Frank Miller para Batman en la misma época).
    Otros grandes talentos que han marcado al personaje al tomarlo en sus manos, han sido William Messner Loebs, el mismo John Byrne, Phil Jimenez, Greg Rucka, Gail Simone, Michael J. Straczynski y en la actualidad Brian Azarello; así es cómo cada uno de ellos ha hecho sus propios aportes en dichos cómics, a tal punto de que Wondy (como cariñosamente la llamamos sus seguidores) en cada uno de estos períodos ha sido abordada de formas distintas y novedosas.
    En la continuidad anterior del universo DC (el llamado universo post-crisis), no solo Diana tuvo que desempeñar el papel de Wonder Woman, si no que también lo hizo su propia madre Hipólita, la reina de Temiscira, durante la llamada “Edad de Oro” de los cómics, correspondiente a los años de la Segunda Guerra Mundial (en realidad, décadas del treinta al cuarenta); asimismo tomaron su manto la también bella y poderosa amazona Artemisa y la “hermana” de Diana, Donna Troy (igualmente conocida como Troia), durante los eventos acaecidos luego de la dramática Crisis Infinita y que llevaron a los miembros de la Trinidad a “desaparecer” de la vida pública durante un año.
Primer número de la actual Mujer Maravilla.
    Como muchos superhéroes, Wonder Woman posee su propia galería de villanos, entre los que destacan cuatro, dos de ellas mujeres: por un lado se encuentran los dioses Circe (bruja con la capacidad de convertir a los hombres en bestias, además de poseer otros grandes poderes), Hades, el dios del llamado “Inframundo” o el Infierno griego y Ares, la deidad de la guerra; también está la mortal Cheetah, una sensual mujer bestia con poderes místicos.  En el caso de los tres primeros, destaca la genialidad de los guionistas para hacer uso de la mitología clásica para contar nuevas historias y a través de las cuales las narraciones primigenias demuestren su valor a la hora de permitir que nazcan nuevas reinterpretaciones suyas, de modo de otorgarle su carácter épico a los cómics de Wondy; mientras que con Cheetah, la creación de personajes originales que le hagan peso a la amazona, poseyendo sus propios atributos mágicos, demuestra la vitalidad constante del personaje y sus historietas que permiten jugar con las nuevas ficciones.
     Famosos son sus armas: unas muñequeras metálicas que las usa de forma defensiva, deteniendo con ellas las balas, flechas, golpes de espadas y otros ataques; su lazo de la verdad con el cual envuelve a los hombres y que hace que estos se vean obligados a decirles la verdad al ser rodeados con dicha herramienta; y por último se encuentra su avión invisible.   Sus poderes están al nivel de otros grandes de DC como Superman, el Detective Marciano y el Capitán Maravilla, esto en cuanto a fuerza, agilidad, invulnerabilidad y capacidad para volar.
     Pese a ser una guerrera nata, Wonder Woman posee todo un discurso pacifista, dicotomía que contrasta con la cultura amazona en la cual cada una de estas hermosas mujeres sabe usar las armas y las artes marciales como pocas (y pocos), siendo realmente letales.  A su vez entre ellas se tratan de “hermanas” y al ser su hogar una isla cerrada al dominio masculino, el lesbianismo es habitual; en cuanto al término afectuoso de “hermana” es aplicable para cualquier otro miembro de este género.   Sobre Diana se puede decir también que es una mujer dulce y amable, no obstante cuando debe ser dura, sorprende su frialdad para tomar decisiones; sin embargo lo que más le preocupa es proteger a los inocentes, aún a costa de su propia persona (tal y como a muchos de sus colegas).  Esta personalidad suya tan compleja, solo al nivel de Batman/Bruce Wayne, convierte a la heredera del trono de Temiscira en un personaje lleno de inesperadas aristas.
     A diferencia de muchos superhéroes, Diana no esconde su identidad al público, razón por la cual no posee un alter ego, si bien en los cómics pre-crisis sí lo poseía y entonces usaba el nombre de Diana Princess.
    
La despampanante Diana de la serie setentera.
El enorme éxito de la Mujer Maravilla, ha hecho que por décadas ésta se encuentre presente en los medios audiovisuales: de este modo es que durante los setenta tuvo su propia serie de televisión de imagen real, bastante exitosa por cierto y cuyo tema de los créditos iniciales, hoy en día es recordado entre los clásicos como bien sucede con muchas otras series de la pantalla chica; no obstante tal como pasara con otra popular serie de imagen real acerca un superhéroe, El Hombre Increíble, sobre Hulk de Marvel, este programa para los fanáticos más acérrimos no era muy del gusto, al carecer de la espectacularidad de los cómics y no mostrar a sus grandes enemigos (al contrario, sus historias eran demasiado “corrientes”).   En el año 2011 se quiso relanzar en la televisión de imagen real a Wondy y fue nada menos que un veterano de la TV, David E. Kelley (responsable de éxitos como Los Practicantes, Boston Public y Allie McBell, entre otras), quien hizo un piloto; no obstante al final éste nunca se emitió y el programa nunca fue llevado a cabo.
     Al no atreverse aún a realizar un filme para la pantalla grande sobre la Mujer Maravilla, sus admiradores al menos la hemos tenido en varias versiones animadas: partiendo desde la versión infantil de los setenta y ochenta de Los Super Amigos, hasta la versión mucho más sofisticada y actualizada de la Liga de la Justicia de Dini y Timm.  También se le ha visto compartiendo aventuras junto a Batman en Batman: The Brave and the Bold, otra gran serie cartoon llorada al ser cancelada antes de tiempo.  En el año 2009 se hizo una película  animada dedicada en exclusiva a la amazona y que llamó la atención por su cuidada producción dirigida en especial a un público adulto; en este caso se contaba una historia que jugaba con su más clásico origen, pero desarrollando una trama llena de violencia y alusiones sexuales, como pocas veces vistas en este tipo de filmes para la venta directa y/o arriendo de origen gringo.  No obstante cabe recordar que ya el año anterior en Liga de la Justicia: La Última Frontera, sobre la novela gráfica premiada del mismo nombre, ya se le había visto de una forma igualmente subida de tono.   A su vez Wonder Woman hasta la fecha ha aparecido en otros tres largometrajes de este tipo y el año que viene, le corresponde a uno nuevo basado en la primera línea argumental de la actual formación de Los Nuevos 52 de la Liga de la Justicia.
    Por cierto, en la continuidad actual, Wondy y Superman son pareja, je, je, así que nada de Steve Trevor para Diana (su enamorado más conocido) y Loise Lane para Clark.

Edición en DVD de la recomendable película (solo para adultos)
animada sobre nuestra amazona predilecta.

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...